miércoles, 16 de noviembre de 2016

EFECTO MARIPOSA.


—Hola, soy Campanilla ¿Cómo te llamas?
—Blancanieves.
—Si me das tu manzana te doy mi polvo de hadas.
—Y ¿qué hago yo con tu polvo de hadas?—dijo Blancanieves sorprendida.
—Pues, no sé… jugar a ser invisible, por ejemplo.
—Vale.

Blancanieves se roció de polvo de hadas y nunca más encontró la casa de los enanitos, ni mordió la manzana, ni el príncipe la pudo despertar. Campanilla mordió un trocito de la manzana y se durmió. Dicen que desde entonces, los niños perdidos vagaron como almas en pena por Nunca Jamás y que Peter Pan creció y creció hasta que se convirtió en adulto. El mundo de los cuentos nunca volvió a ser el mismo.

C.FABRE

4 comentarios:

Josep Mª Panadés dijo...

Esto nos enseña que no podemos cambiar la historia, ni siquiera la de los cuentos.
Un abrazo.

carmen fabre dijo...

Muchas gracias, Josep. Tengo esto un poquito abandonado, me propongo actualizarlo con más frecuencia.

Besos

Anónimo dijo...

El efecto mariposa es tan cautivador como aterrador. Me gusta el enfoque que le has dado, es muy pedagógico.

Un abrazo.

carmen fabre dijo...

Muchas gracias, Esther.
Se ve que no puedo disimular mi profesión,son muchos años ya.
Besos y más gracias.

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