miércoles, 25 de enero de 2017

FRUSTRACIÓN.

FRUSTRACIÓN.

Tenía  noticias  del efecto que producían mis movimientos en el mundo pero no me lo creía, así que decidí comprobarlo por mí misma y emprender un viaje. Elegí ir hacia el sur porque era más cálido , más luminoso   y, pensé, mi efecto sería más visible.

Conforme iba avanzando lo que encontraba me llenó de tristeza: hambre, enfermedad, miseria, guerra, violencia, dolor, tristeza, desesperación…y, todo ello decían que era debido a mi vuelo.


Mi frustración fue tal que cuando volví, me arranqué las alas de cuajo esperando dejar de ser la causa de tanta desgracia.

CARMEN F.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un acto muy noble, una revolución solitaria que nadie recordará, o tal vez sí, si hubiera habido un testigo... Esta pequeña historia podría ser el germen de una epopeya.

Un abrazo.

Josep Mª Panadés dijo...

Eso es lo malo que tienen las mariposas. Sin pretenderlo, pueden causar estragos.
Un micro muy acertado.
Un abrazo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

No fue culpa de tus alas, querida Carmen, la cuestión es que para volar tenemos que aprender primero a soñar.

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