martes, 31 de enero de 2012

EMPATÍA





“Un bel di vedremo”. La voz de María Callas interpretando Madame Butterfly llenaba la habitación.

Ramón estaba absorto. Mientras escuchaba la ópera de Puccini su rostro se transfiguraba; la emoción, el sentimiento, se reflejaban en él de un modo sublime, otorgándole una humanidad estremecedora. Dos lágrimas asomaban a sus ojos y sus manos largas, finas, casi perfectas, dibujaban en el aire el ritmo de la música.

Al finalizar el aria, Ramón enjugó sus lágrimas, suspiró y dirigiéndose a Fernando dijo:

-          Podemos empezar cuando quiera.

Fernando Chacón, abogado, perplejo e intentando reponerse de la escena que acababa de presenciar, preguntó:

         -¿Por qué las mató? ¿Por qué ese ensañamiento con sus víctimas?


CARMEN FABRE


2 comentarios:

Manuel dijo...

Por un momento, Carmen, me fui a Philadelphia. Solo que en ella sonaba "La mamma morta", de Andrea Chenier y Tom Hanks explicaba, también a su abogado, más alla de la preparación del interrogatorio, el sentimiento que derrochaba esa bellísima aria.

Gracias a ti, ahora, revivo el escalofrio de la voz de María Callas.

Un beso.

carmen fabre dijo...

Manuel, ahora que lo dices, quizás inconscientemente algo ha tenido que ver, esa escena me impactó mucho en su momento. Se me había olvidado por completo.. ¿ves? el subconsciente..

Un abrazo y mañana te veo, os veo.

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