miércoles, 21 de marzo de 2012

VÓRTICE..





“Por favor, recuérdame quién soy…”


Me llamo Isabel y estoy en reconstrucción. Mi vida ha sido una acumulación de sinsentidos, sinsabores y sin-amores. Me la he labrado a conciencia y con alevosía.


Era preciosa, lista y tenía una inteligencia natural para intuir el pensamiento de los demás, saqué provecho de todo ello y fría , como un diamante en una vitrina ,fui dejando cadáveres a mi paso. Tengo treinta y dos años; esos cadáveres  me observan cada día clavando sus miradas en mi nuca y punzando con ellas lo más recóndito de lo que, poco a poco, voy recuperando de mí.


Mi trabajo  como agente patológico comenzó en el instituto, me ligué al profesor de filosofía  que, además, era jefe de estudios y logré acabar el bachillerato prácticamente sin dar más golpe que el de mi espalda en su cama.


En la facultad me acerqué a los diversos grupos más o menos progresistas de la época y me introduje en ambientes algo sórdidos; en ellos comencé a coquetear con las drogas y el alcohol, ya era desinhibida pero aun lo fui más y, como todos, decía:”Yo controlo, no hay problema”.


Acabé Económicas y encontré trabajo en una consultoría,  encadenaba éxito tras éxito dejando detrás de mí una estela de seres a los que pisaba, empujaba y apartaba, después de utilizarlos a mi conveniencia. La diosa fortuna me sonreía,  prodigándome dinero y elogios. Al rítmico sonido del dinero fácil mucha gente se dejaba llevar por mis juicios, ideas e inversiones sin sentido, arriesgadas y, en muchas ocasiones, totalmente descabelladas, todas ellas producto del concepto distorsionado que yo tenía de mí misma. Me consideraba un genio de las finanzas y de la vida, los demás eran unos melifluos y cobardes. La bebida formaba una parte festiva e importante de mi vida. En ese torbellino sin control,  tuve la oportunidad de hacerme con una pléyade de amigos ocasionales y de enemigos permanentes.


Inmersa en la nebulosa del alcohol comenzaba a tomar cada vez decisiones más inconscientes y arriesgadas. Era la época del alza ficticia de las Tecnológicas, al poco tiempo aquello cayó como un castillo de naipes y yo con él. No pasaba nada, cada contratiempo se hacía menor con tres o cuatro copas de vodka  que, además de embotarme el cerebro y evitar que  pensara, no dejaba aliento a alcohol, no olía, el único aspecto de la bebida que yo detestaba.


Perdí mi trabajo y empezó el desguace, la caída libre, mi camino hacia el inframundo. Los amigos ocasionales desaparecieron y el alcohol se convirtió en mi compañero, en mi obsesión; por una copa era capaz de cualquier cosa, mi deterioro físico y mental avanzaba lenta, pero inexorablemente. El único pensamiento algo  lúcido era cómo conseguir la siguiente copa.


Un día amanecí en la calle medio desnuda,  en un lugar desconocido para mí, era incapaz de moverme del suelo y de mi piel salían infinidad de insectos alados, negros y de ojos brillantes… comencé a gritar y lo siguiente que recuerdo es estar atada con unas cintas de cuero que cortaban mis muñecas, a los laterales de la cama de un hospital.



Cuando salí de allí llegué a lo que quedaba de mi casa y me miré al espejo… me devolvió una imagen tremenda a la que dije: “Por favor, recuérdame quién soy…” había tocado fondo.

CARMEN FABRE






11 comentarios:

Unknown dijo...

¡Buenísimo, Carmen!
Un beso enorme

Rosa dijo...

¡Que maravilla!, cada vez me da más gusto venir a visitarte. Un abrazo enorme y encantado de leerte

Manuel dijo...

Querida Carmen: como no podía ser menos, nos describes la esencia de una realidad de forma precisa, concreta, muy informada.

No tanto por lo que la historia historia de Isabel nos aporta sobre el mundo de fuegos de artificio de los JASP's, o el de los "Mas Media" que está tan de moda, como por ese desenlace final que tan bien ilustras, con Delirium Tremens incluído.

¿Que hay después de traspasar la puerta?. El final de este magnífico relato también nos deja una respuesta tácita. ¡Ojala Isabel haya tocado fondo!. Ya conocemos los versos de Benedetti magistralmente cantados por Serrat:

"Bienaventurados los que estan en el fondo del pozo, porque a partir de ahí solo les queda ir saliendo".

Un beso muy grande.

Manuel dijo...

Querida Carmen: como no podía ser menos, nos describes la esencia de una realidad de forma precisa, concreta, muy informada.

No tanto por lo que la historia historia de Isabel nos aporta sobre el mundo de fuegos de artificio de los JASP's, o el de los "Mas Media" que está tan de moda, como por ese desenlace final que tan bien ilustras, con Delirium Tremens incluído.

¿Que hay después de traspasar la puerta?. El final de este magnífico relato también nos deja una respuesta tácita. ¡Ojala Isabel haya tocado fondo!. Ya conocemos los versos de Benedetti magistralmente cantados por Serrat:

"Bienaventurados los que estan en el fondo del pozo, porque a partir de ahí solo les queda ir saliendo".

Un beso muy grande.

Manuel dijo...

Uf, Carmen, qué bien describes ese trastorno narcisista cargado de rasgos psicopáticos y que por desgracia abunda en esta desnortada sociedad que nos habita el alma.
Magníficas tu sensibilidad y tu habilidad descriptiva.
Un besazo.

laislaquenoes dijo...

Estupendo Carmen. Me impacta tu empatía, tu sensibilidad y cómo describes las situaciones, aparte de la calidad de la escritura. Un buen blog, sin duda. Besos.

carmen fabre dijo...

Laura , gracias. Tu visita siempre es un placer, besos¡¡

carmen fabre dijo...

Rosa y a mí que vengas y que me dejes tus palabras, siempre cariñosas.

Un abrazo

carmen fabre dijo...

Manuel MCT,Tocar fondo en la vida , si eres inteligente,es un punto de partida tengas la edad que tengas. Lo realmente importante es darte cuenta de ello y coger aire para impulsar tu cansado corazón y mente hacia arriba y paciencia, siempre paciencia ...el camino hacia la recuperación de cualquier aspecto que te ha hecho tocarlo es lento y ,a veces,algo desesperanzador pero siempre,siempre se avanza..

Un abrazo grande, compañero.Y gracias, siempre

carmen fabre dijo...

Gracias Manuel E. viniendo de ti es un elogio. Me agrada verte por mi espacio, seguro que tu aportación será siempre interesante.

Un abrazo y te espero por aquí.

carmen fabre dijo...

Muchas garcias, M.Luisa a mí con tu poesía me pasa lo mismo, me impacta y llena mi espíritu de ideas y vivencias.

Un abrazo grande, pásate cuando quieras, te espero.

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