Justo
en el rendido espacio en que la luz se
cruza con la sombra, en el hueco abierto por un suspiro en la noche, allí donde
una estrella busca cobijo… Y me encontrarás.
En la palabra impaciente, en la espera de un
día sin retorno, al otro lado de tus sueños y exactamente allí estaré.
Pero
si no lo haces yo te buscaré en el laberinto de las ideas veladas , de las
sombras tenues y difusas, en lo efímero del pensamiento… Y te tendré.
CARMEN
FABRE
6 comentarios:
Carmen, qué bello texto en los límites del tiempo, del espacio, del pensamiento…
Como dijo Virginia Wloof: No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente." Y yo añadiría… ni a mi corazón.
Besos y abrazos
Gracias ATXIA.. Si lo acabo de poner. Estás pendiente de todos y de todo.
Un beso grande.
Somos lo que soñamos. Y tenemos siempre lo que la mente y el corazón encuentran. El mayor poder del ser humano es su imaginación. Y no es, para algunos de nosotros, algo ajeno a la realidad, sino la forma más fuerte y bella de la realidad misma.
Efectivamente, Emilio. Somos lo que soñamos y lo que imaginamos.
Muchas gracias y un beso.
Lo más valioso a veces está al lado y no lo vemos,pero el camino para alcanzarlo no es tan fácil como parece. El que algo busca, algo acaba encontrando.
Me hiciste pensar, Carmen.
Un abrazo enorme.
Muchas gracias a ti, Laura. Buscar es el motivo, uno de los motivos, de vivir; encontrar... a veces no es fácil, efectivamente.
Un abrazo.
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