martes, 2 de febrero de 2016

ESPEJO, ESPEJITO...

ESPEJO, ESPEJITO…

Después de acicalarse con sumo cuidado, resaltando los  puntos fuertes de su cara al máximo, se dirigió a la cómoda, cogió el espejo y se miró.

—Espejo, espejito…dime : ¿ Quién es la más hermosa de la comarca? ¿Hay alguien más bella que yo? ¡Contesta!—inquirió con impaciencia.

Pasaron unos instantes en los que el azogue del espejo se desplazaba formando círculos y ondas en todas direcciones. Por fin se escuchó:

—¿Qué? ¿Quién me habla? No te veo ¿Dónde estás? ¿Es una broma?

—¡Otro que no funciona! ¡Maldita sea! ¡Estoy harta¡


Y la Condesa Carmilla estrelló contra el suelo  del Castillo de Holls, al enésimo espejo mágico.

2 comentarios:

Josep Mª Panadés dijo...

Es que los espejos mágicos ya no son como los de antes. ¿No lo compraría acaso en un bazar chino?
Debo reconocer -ignorante de mí- que he debido consultar en el diccionario de la RAE el término "azogue". Me lo apunto. Nunca se sabe si algún día lo necesitaré.
Ha sido un placer leerte.
Un abrazo mágico.

carmen fabre dijo...

Gracias Josep, he dado a publicar tu comentario pero no lo veo.No sé qué me ocurre con el blog.

Besos

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