viernes, 22 de julio de 2011

EL MILAGRO




Llevo aquí cuatro años ¿Para qué quiero despertar?

 A  veces me pregunto cómo es posible reír,  sonreír en medio del infierno, pero se puede. Me parece que es porque cuando estemos muertos no lo podremos hacer. No me asusta la muerte, solo el camino que me espera hasta que me encuentre o la posibilidad de que yo sea la que la provoque para que me busque.

¿Por qué me marché? Elegí la huída porque era sensato, todo iba a ir “bien”, en realidad no sabía explicar qué era “bien”;  solo cuando llegase a un sitio del que no tenga que huir podré decir su nombre verdadero

He ido tan lejos que no reconozco mi cara, lo que veo es una sombra con miedo a ser apresada, he perdido mi alma; mi invisibilidad es total,

Soy prisionera de mi propia inexistencia, a veces pienso que voy a desaparecer sin más, pero no sucede.


¿Cómo llegué a “EL MILAGRO”? Buscándolo.

Todavía me veo a mí y a Tatiana, Natacha y María esperando a que nos recogieran para ir a Helsinki. Montamos en un coche, poco a poco la amabilidad de los dos hombres que iban con nosotras se fue tornando en brusquedad, pero no nos importaba. Durante el viaje sentía que algo no iba bien, como si me flagelasen con látigos de azufre para que continuara sin pararme a reflexionar, para que no me quedara y no pensase en nada más que en la huida.

Llegamos una noche a un lugar con un letrero luminoso de neón rojo y parpadeante, en él se leía”EL MILAGRO” “PUB”. Bajamos del coche y entramos en una habitación roja, todo era rojo… alfombras, sofás, cortinas…había  unos espejos grandes, con el azogue roto. Sentí un escalofrío recorriéndome.

Un hombre alto, fuerte, calvo y de edad indefinida  dijo:

    - Viviréis arriba y atenderéis a todo el que suba a vuestra habitación. Si intentáis escapar os encontraré y os mutilaré alguna parte del cuerpo, la que me apetezca en ese momento.

Nos subieron a las habitaciones y  cerraron con llave.

Llevo  aquí 4 años ¿Para qué quiero despertar mañana?





3 comentarios:

Emilio Monte dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mari Carmen Azkona dijo...

¿Para qué quiero despertar mañana?

Para no perder la esperanza a pesar de las heridas...

De lo único que nadie se puede apropiar es de nuestro espíritu.

Anónimo dijo...

La realidad la vuelcas en papel, muchos creerán o mejor dicho los que no quieren ver, que es un cuento.
Una vez más superada la ficción.
Un beso Carmen, Juan.

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