domingo, 5 de febrero de 2012

BABYDOLL




Cada noche se preparaba para acostarse escogiendo entre su lencería la más adecuada; quería encontrar la prenda perfecta, la idónea, la exacta. Ellos, impacientes, no sabían cuál sería el elegido; nerviosos e inquietos trataban de presentar su mejor aspecto ante ella.

Desde la adolescencia eran su debilidad y fue entonces cuando comenzó este ritual que no por repetido, dejaba de causarle un gran placer. Se decidió: babydoll de satén negro con encaje transparente en el escote y dos gotas aceite de jazmín en el dorso de la muñeca.

Esta noche dormiría con Henry Miller, el elegido fue “Trópico de Capricornio”

CARMEN FABRE

6 comentarios:

Rosa dijo...

Hermoso texto corazón. Lástima que todo aquello que estaba mucho más adentro de lo que asomaba el baby doll no se contemplara con el mismo deseo.


Ayer fué un placer poder oírte al fin en directo, de veras me encantó.

Un besote y mi abrazo

carmen fabre dijo...

Muchas gracias, Rosa .Por tu comentario y por vuestra presencia ayer, me hizo mucha ilusión veros.

Un abrazo¡¡

Manuel dijo...

Querida Carmen: tus relatos tienen el don de sorprenderme siempre. No puedo ponerme saten y encaje transparente, ni aceite de jazmin en la muñeca. Y mucho menos irme a la cama con Carmen Fabre. Pero si puedo disfrutar de estos breves minutos maravillosos mientras te leo.

Un beso.

Jesús Arroyo dijo...

Maravilloso. Es un texto magnífico.
Beso.

carmen fabre dijo...

Gracias Manuel,me encanta sorprender, es lo que pretendo con estas pequeñas historias y tus comentarios un lujo,me gustan muchísimo,siempre originales y me animan a seguir.

Un beso grande.

carmen fabre dijo...

Muchas gracias por tu visita, Jesús y por tu comentario.Ven cuando quieras, estás en tu casa.

Un abrazo.

Publicar un comentario

Gracias por visitarme.