viernes, 16 de marzo de 2012

ZOMBIE





El futuro no existe y, si lo hay, se conjuga en imperfecto.


Un día despiertas y te mueres viviendo, un día amanece y vives muriendo, consciente de que la realidad, esa de la que tantas veces has hablado, es diferente, es malvada , procaz y se ríe de ti.



La moneda  no cayó de tu lado; pasó unos instantes girando sobre su canto hasta que te otorgó su cruz, en una ofrenda ridícula. En ese breve espacio de tiempo en el que la incertidumbre del azar se abalanza sobre tu intermitente corazón, parece que la vida es una alucinación y tú, un espectador que asiste impotente al desarrollo de los acontecimientos .


Todo se reduce a despertar a tiempo o no, a no continuar en el sueño de que  tú tienes algo qué decir sobre lo que va a ocurrir. Sumerges ese pensamiento en cuanto aparece, poniéndole un pie en la cabeza y hundiéndolo hasta que vuelve a salir como un cadáver hinchado y putrefacto, encogiéndote con un puño helado las entrañas.


Un día amaneces y te mueres viviendo, un día despiertas y eres un zombie, tu cuerpo se ha revelado en sepia y ni siquiera lo percibes, solo lo miras incrédulo y sorprendido de que no te haga caso, tu boca se llena de un sabor metálico, preludio de un amargor que te acompañará siempre.



La sensación de venganza te invade pero¿ contra qué? ¿contra quién? No hay nada peor que no encontrar un culpable. Te das de bofetadas en lo más recóndito de ti, zombie, y quieres comerte la vida que te queda para que te crezca la rabia como una hiedra por tus venas hinchadas y rotas, estalladas de tóxicos. Te saboteas a ti mismo, te abordas como un corsario e izas las velas rotas que te quedan, para luchar contra el viento.



No reconoces esa imagen que el espejo te devuelve, no eres tú es otro que se ha apoderado de ti, que se ha metamorfoseado y ocupado tu casa. Tu concentración se ha marchado con tu imagen y no eres capaz de hilar una historia, de leer, de entender una situación más allá de dos escenas. .Tu casa es tu cárcel y tu refugio, no te atreves a salir porque te pierdes, te asustas, eres un elemento extraño en el mundo normal.



 Sientes que algo nauseabundo te ha cogido y te dice: De ti no depende nada, iluso.. todo está en mi mano, no luches, no puedes hacer nada, te tengo en mi regazo como a un muñeco y haré contigo lo que me de la gana, lo que me apetezca en cada momento.



¿Despertar? Para qué.
                                            

CARMEN FABRE

6 comentarios:

Luna dijo...

Despertar, como en una noche eterna, sólo sombras. Sed de una claridad inalcanzable...

Saludos muchos, Carmen. Un gusto conocerte.

Mari Carmen Azkona dijo...

Hay quién piensa que vivir es morir y morir despertar, pero yo no estoy de acuerdo. Hay que admitir la vida como es, aceptar la cruz para poder disfrutar la cara. De nuestra actitud depende todo.

Es un texto maravillosos, Carmen. Lo he leído muchas veces, disfrutando de cada palabra, cada reflexión, antes de decidirme a poner este comentario. Hay tanto y tan bueno...Enhorabuena.

Besos y un fuerte abrazo.

Manuel dijo...

Querida Carmen: Por alguna razón, el ser humano se empeña en concebir el tiempo como un línea. Hay un antes, un después y, entre medias, un ahora. Alguien ha enseñado a este ser que es el humano, que el tiempo es eso.

Pero el tiempo no discurre así. Todos tenemos la experiencia de un tiempo distinto y no nos atrevemos o no sabemos formularla.

¿Por qué el tiempo no es un anillo?. ¿Por qué el tiempo, además, no se enrosca sobre sí mismo en ese anillo?. Hay una imagen en "2001, una odisea en el espacio" que me llamó la atención desde la primera vez que la ví (y han sido muchas): él se ve moribundo en la cama y feto; se ve joven y adulto. En definitiva: todos los tiempos concurren en un solo instante. NO, no es ciencia ficción.

Tu texto me parece todo un tratado de impaciencia, digno de la gran persona y escritora que eres. Sin embargo me refleja un desaliento que seguro que es ficción.

Quizá hacernos dueños de nuestro sueño sea una tarea pendiente. O quizá no queramos saber que misterio se oculta detrás de nuestro sueño. Puede que no sea tan verdad lo que Mª Carmen afirma (aceptar la cruz para poder disfrutar la cara). Puede que ser dueños, no solo de nuestros actos sino también de nuestra mente, sea una tarea por acabar.

En cualquier caso, me encanta leerte y discurrir por los caminios que vas trazando.

Un beso.

carmen fabre dijo...

Gracias a los tres por vuestros comentarios, cada uno dirigido a un aspecto diferente.. en eso está la riqueza de la lectura de un texto. Yo lo escribí en un día determinado, en una situación concreta y con una experiencia vivida... todo eso se plasma ahí. No me ocurre como en otros textos que son puramente ficción, con este estoy permanentemente de acuerdo ; no somos el centro de nada, casi nada( digo casi nada) depende exclusivamente de nosotros y, cuanto antes lo comprendamos.. mejor, para ser consciente de ello y hacer , elaborar con serenidad el "futuro"que intentamos crear.

Buen domingo a todos..

roberto dijo...

Hola Carmen, recorriendo mis mañanas a bordo de mi Somorgujo Asombrado vistando amigos blogueros, me encuentro en tu blog, grata sorpresa tu comentario con letras enredadas en frases poéticas y limpia pluma.
Vendré seguido a visitarte si me lo permites.
Un gran saludo desde el otro lado del mar.

carmen fabre dijo...

Muchas Gracias Roberto, ven cuando quieras.

Un abrazo desde Madrid.

Publicar un comentario

Gracias por visitarme.