Nadie
se fija en las sombras, están ahí. Simplemente forman figuras más o menos
reconocibles del objeto o ser vivo del que proceden. Ocupan un espacio en torno a ellos, son siluetas sin volumen y,
aparentemente, inofensivas. Hay quien dice haber visto sombras en lugares donde
no hay luz y moverse la sombra propia o ajena, como si tuviera vida. Muchas
historias se han relatado con las sombras como protagonistas, muchas. Ésta es
una de ellas:
“Pablo
tenía trece años, era hijo único y vivía con sus padres en una casa grande,
acogedora y confortable. Hace exactamente nueve
meses su padre le dijo:
-Pablo,
mañana por la noche tu madre y yo vamos a cenar a casa de Rosa y Juan, hemos
pensado que ya tienes edad suficiente para quedarte solo en casa y que no es
necesario ni que vayas con la abuela ni que nadie venga a estar contigo durante
unas horas. ¿Qué te parece?
-¡Genial!
Ya era hora de que me consideraseis mayor para algo que no sea estudiar o
limpiar mi cuarto - dijo Pablo encantado y previendo unas horas de juegos con
el ordenador sin el control de sus padres. Por fin podría sacar de su escondite
el juego que le había prestado Raúl.
-Te
dejaré cena preparada en la cocina y a
las doce en punto a dormir, promételo-continuó su madre.
-De
acuerdo, vale, no os pongáis pesados.
Al
día siguiente se fueron sus padres y
Pablo se quedó dueño y señor de su casa. Feliz por verse lejos durante un
tiempo de la vigilancia paterna.
Cenó
lo que le había dejado su madre en la cocina y se fue al salón con su ordenador
y el juego. Después de unas dos horas se cansó y puso una película en la tele.
Al rato le pesaban los párpados, el sueño reclamaba su porción de vida y se
quedó dormido en el sofá.
Notó
una mano en el hombro y se despertó asustado. Había alguien delante que no
identificó, estaba entre el televisor y él, solo percibía su silueta.
-¿Qué
haces levantado todavía? – preguntó la figura.
Pablo
se incorporó de golpe emitiendo un grito. La luz dela lámpara le permitió
reconocer la imagen de su padre.
-¡Eres
tú, papá! ¡Qué susto!
-
¿Quién iba a ser? Venga vete a la cama que
ya es muy tarde.
Subió
a su habitación, se puso el pijama y apagó la luz. Únicamente entraba al cuarto
un resplandor tenue a través de las lamas de la veneciana.
Al
cabo de un rato de dar vueltas no lograba conciliar el sueño y para entretenerse se puso a hacer sombras
con sus manos en la pared. En el último trimestre había ido al colegio,
para la función de Navidad, un amigo de
la profesora de Plástica y a algunos les había enseñado a hacer con las manos
sombras chinescas. Proyectó las imágenes que recordaba: un pato, un perro, un elefante,
un burro…
En
un momento dado, mientras hacía una mariposa, le pareció que uno de sus dedos
se había movido sin su permiso. Observó la sombra de su mano durante un cierto
tiempo realizando diversas figuras y no pasó nada. Seguro que su imaginación le
había jugado una mala pasada.
Se
cansó de jugar y decidió intentar
dormirse pero antes quiso acariciar con sus dedos la sombra que proyectaban. Al
instante notó que la sombra apretaba
fuertemente su mano y tiraba de él.
Desde
la más profunda oscuridad su propia sombra le había cogido y arrastrado con
intensidad hacia la pared introduciéndole en el mundo de las sombras…”
Desde entonces han transcurrido ya nueve
meses.
CARMEN FABRE
7 comentarios:
Qué bueno, Carmen, qué original y sorprendente...
Se fue al inframundo? Esto tiene que tener una continuación...
Tienes un blog muy bonito, muy elegante. He visto que por ahí debajo figura también el mío entre los que te gusta leer. Gracias!
Gracias Emilio, está puesto hace tiempo en EL TINTERO en NETWRITERS.
Un beso¡¡
Pues se fue al mundo de las smbras.. ¿qué habrá allí?
Un abrazo M.Elena¡¡
PODRÍA INTERPRETARSE DE VARIAS MANERAS, LA SUBJETIVIDAD DE LA MENTE ES ESPLÉNDIDA. ¿LAS SOMBRAS EXISTEN? ¿O LAS INVENTAMOS PARA ATRAER A LA LUZ?. LO QUE ESTÁ CLARO EN TU RELATO ES QUE EL MIEDO APARECE A CUALQUIER EDAD. Y QUE 9 MESES SON LOS QUE EL NEO NATO ESTÁ EN LA SOMBRA ANTES DE LLEGAR AL MUNDO. QUE CADA LECTOR HAGA SU PROPIA INTERPRETACIÓN. ME GUSTA TU ENSOÑACIÓN, AMIGA CARMEN. UN BESO.
Gracias Laura. Muy interesante tu reflexión sobre las sombras.
No sé si sabré ayudarte en lo de tu blog, si quieres mándame un mail a ver.
Un abrazo, amiga.
Es que las sombras son así, Carmen, algunas tienen miedo a descoserse por temor a no encontrar el camino de regreso, otras van y vienen entre los dos mundos, y otras… otras sencillamente se van. Hasta las sombras buscan su destino… Lo que no sabía, gracias por alertarme, es que tienen el poder de llevarte a su mundo. Lo tendré en cuanta cuando vuelva a jugar con ellas.
Enhorabuena por el texto, Carmen, me gusto cuando lo leí en el Tintero. Me alegro de que lo hayas alojado en el blog para que tod@s puedan disfrutarlo.
Besos y abrazos.
Publicar un comentario
Gracias por visitarme.