ATRAPADO.
Antes de dormir a Juan le gustaba hacer sombras chinescas en
la pared de su habitación.
Una noche, mientras hacía una mariposa, le pareció que uno
de sus dedos se había movido sin su permiso. Observó la sombra de su mano
durante un cierto tiempo realizando diversas figuras y no pasó nada.
Seguro que su imaginación le había gastado una mala pasada.
Se cansó de jugar y
decidió intentar dormir pero antes quiso acariciar con sus dedos la sombra que
proyectaban. Al instante notó que la sombra
apretaba fuertemente su mano y tiraba de él.
Desde la más profunda oscuridad su propia sombra le había cogido
y arrastrado con intensidad hacia la pared, introduciéndole en el mundo de las
sombras…
CARMEN FABRE.
2 comentarios:
Qué bueno, reina. No lo parece pero es un relato de mucho miedo.
Tengo que ponerle alguna pega así que te la contaré la próxima vez que nos veamos.
Un abrazo enorme, preciosa.
Perdona que haya tardado en responderte, Vichoff. Se me pasó.
Ya me comentarás porque siempre lo haces acertadamente, reina.
BeSO
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