90-60-90.
Ya nadie la ignoraría por su
aspecto físico. No pasaría desapercibida nunca más.
Mari Sol salió de la clínica de Estética con
la alegría reflejada en una sonrisa perfecta que acompañaba a un cuerpo
estupendo obtenido después de unos
cuantos retoques.
Conseguiría el puesto de trabajo
que se merecía, ya tenía lo único que le faltaba un cuerpo y cara magníficos.
Estaba feliz.
La simple observación del estupor de sus
compañeros y superiores hizo que merecieran la pena el precio pagado y las
molestias físicas por las que había pasado.
Su jefe quiso sacar partido a su
nuevo aspecto y la nombró jefe de ventas. Acudió a la primera reunión con los
clientes más importantes de la empresa llevando todo preparado: gráficos,
cifras, presupuestos, proyectos…, pero solo percibió miradas a su escote y
asentimientos automáticos.
Otra vez, como antes, se sintió
ninguneada por su aspecto.
CARMEN FABRE.
4 comentarios:
Lo recordaba, reina de picas. Sigue tan bueno como cuando lo leí por primera vez.
Besos, preciosa.
Magnífico, ¿tántos retoques, para qué? La inteligencia es muy difícil de ver.
Un abrazo.
Sí, Fefa. Lo he retocado un poco pero ya lo conocías. Ahora estoy revisando los que no había publicado. Dentro de nada retomaremos¡¡¡
Besos y gracias, como siempre.
Efectivamente, Rosita...
Muchos besos y más gracias por venir¡¡
Publicar un comentario
Gracias por visitarme.