VEINTIDÓS.
Encontró la manera de
vomitar su odio, sus celos y la tremenda envidia que había crecido en su interior, de un modo patológico y morboso,contra
María durante tanto tiempo.
Creó un perfil falso
en Facebook y en Google +. Buscó amigos
comunes, esperó varios días y compartió una
foto de María con un comentario malvado,
doloroso y emponzoñado.
Escribió solo
veintidós palabras, pulsó publicar y lo
envió. Quedó en la nube a disposición de
miles de personas.
Nadie sospecharía de ella, salvo María y si esta lo contaba alguien más, pero ¿y qué? Un plan perfecto porque nunca pasa nada, nunca había pasado nada hiciese lo que hiciese.
Veintidós palabras fueron suficientes para destrozar, para
hundir a María.
Horas después de leerlo, María se levantó despacio de la
silla y con la mirada fija en aquellas veintidós palabras se tomó veintidós pastillas de un barbitúrico.
¿Suicidio o
asesinato?
CARMEN FABRE
7 comentarios:
Joder, Carmen, me has dado la noche. Besos.
Un relato punzante que ya me cautivó la primera vez que lo leí. Un final dramático, como lo son, por desgracia, las historias que, como ésta, se repiten cada vez más a menudo.
Un abrazo.
Gracias , Ana y lo siento... ;)
Besos.
Gracias Josep, es muy grande el daño que se puede hacer , muy grande....
Besos.
Qué extraordinario micro, Carmen, y qué terrorífico por acercarse tanto a la realidad. Y el final… Chapeau.
Besos y abrazos
Carmen, cómo decirte que sí está basado en hechos reales, eres maravillosa, ¿puedo pasárselo a mis chicos de la asociación postbulling? Un besazo. Gio
Pues claro que sí, Gio. besos¡¡
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