jueves, 10 de diciembre de 2015

CITA


No puedo  apartar la mirada del camino por el que  acudirás a nuestra última cita. No sé el tiempo  que pasará hasta que, de un modo u otro, volvamos a encontrarnos. Estoy nervioso; aliso la arruga del pantalón, coloco con cuidado los puños de la camisa y me ajusto el nudo de la corbata. Miro de refilón mi imagen en el cristal de la floristería y camino, inquieto, de un lado a otro de la acera. Te  he comprado  una docena de rosas amarillas, sé que  son tus preferidas.

 Al fin llegas, la comitiva de coches  se acerca al cementerio.

CARMEN FABRE








7 comentarios:

Anónimo dijo...

El amor nunca muere con la persona amada, tan sólo se transforma en un compás de espera hasta que la Muerte consiente en reunir a los amantes. Tan hermoso como imperecedero.
Me encanta el detalle de las flores, para mí, es el clímax de la historia, la emoción contenida antes del desenlace.

Besos y abrazos.

carmen fabre dijo...

Muchas gracias, Esther.
El día 2 de noviembre es el aniversario de la muerte de mi madre. Un año al ir al cementerio ( que está en un pueblo y es un sitio realmente especial) vi a un hombre con un ramo de flores mirando a la cuesta por la que se acercaba un entierro y desde ahí mi imaginación hizo el resto.

Un beso grande y más gracias.

Emilio Porta dijo...

Es un relato impresionante, Carmen. Esa es la palabra. Decir que es bueno es poco. Esa literatura corta que, en el fondo, es tan larga. Porque no necesita más. Espero que este vaya en la Antología. Y si no lo has incluido, hazlo, por favor.

carmen fabre dijo...

Gracias, Emilio. Pues no estaba porque es relativamente reciente su modificación . Lo pondré.

Muchos besos, siempre.

Josep Mª Panadés dijo...

Qué bello, y triste a la vez, microrrelato.
Por un momento me desconcertó pues al principio, al hacer mención de la última cita, supuse acertadamente que el relato giraba en torno a la muerte. Luego pensé que estaba equivocado, cuando describes su comportamiento ante el escaparate de la floristería, recomponiendo su vestimenta, como el que espera una cita con la vida y no con la muerte. Pero el desenlace me ha hecho volver al origen.
En tan breve espacio, en tan pocas palabras, has conseguido intrigarme.
Un abrazo.

carmen fabre dijo...

Gracias, Josep. Me alegro de haber conseguido tanto en tan poco, es un gran elogio.

Muchos besos y, otra vez, gracias por tu atención.

Vichoff dijo...

Qué rebueno, reina de picas.
Aunque no sé de qué me extraño, tú eres de las Grandes y es lo menos que se puede esperar de ti.
Un abrazo enorme.

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