viernes, 16 de diciembre de 2011

MUJER



Los lunes era profesora de Biología en la academia Politeia para mayores de 25 años. Desentrañaba los procelosos caminos metabólicos de las macromoléculas y describía con entusiasmo la Filosofía de la Ciencia. Mario, un taxista con vocación de geólogo, miraba aterrorizado las fórmulas dibujadas en la pizarra electrónica y le prometía viajes eternos en su coche hacia parajes extraordinarios, si le permitía bucear en su intimidad.


Los martes se vestía con el uniforme blanco y naranja; era cajera del Mercadona. Tomaba posesión de la caja número cinco, dejaba la cinta transportadora como los chorros del oro y comenzaba el baile rítmico de los códigos de barras. Hacía sonar la “Barcarola”  de Hoffman  o “Contigo Aprendí”. Reponía la estantería de los yogures y pensaba que quizás debería hacer un Máster en Tecnología y Gestión de Lácteos.


Los miércoles era una ejecutiva de la agencia de calificación Moody´s. Traje sastre, falda tubo pegada a sus piernas y chaqueta entallada, blusa blanca ceñida, abotonada exactamente hasta el comienzo del busto. Pelo recogido en un moño italiano perfecto, gafas negras sin graduar y maletín con el Apple. Resonaban sus stilettos por el pasillo antes de entrar en la sala de reuniones, donde la esperaban para la presentación del proyecto estrella  de la compañía, el suyo; al entrar todas las miradas la recorrían entera, con deseo y envidia.


Los jueves llevaba a los niños al colegio, tomaba café con las madres del AMPA, resolvía asuntos en el banco, iba al gimnasio, comía con su madre charlando de la familia, después recogía a los niños, los llevaba al “British” y, mientras la clase, hacía la compra. Ya en casa, preparaba la cena, hacía deberes, bañaba a sus hijos, los acostaba y esperaba a Juan para… para nada.


Los viernes… era Débora:” Piernas larguísimas, curvas de vértigo, recibo sola y en lencería... jugamos a lo que quieras”


Pero el fin de semana… el fin de semana se amalgamaba con el sofá, leía, imaginaba, escribía, recitaba... y  Carlos le hacía el amor…


CARMEN FABRE





10 comentarios:

aargiles dijo...

Todos somos, en algún momento del día, corderos con piel de lobo... Y cuando llega el fin de semana somos, sencillamente, nosotros mismos. Me ha encantado, Carmen.

Un beso

carmen fabre dijo...

Gracias , Magras.

Yo creo que todos, al menos yo, fantaseamos con posibles vidas y me parece sano, bueno y creativo..

Un abrazo¡¡

Anónimo dijo...

Una delicada composición, minuciosamente trabajada en los detalles para cada día, cada hora, cada mujer. Una excelente demostración de tu talento, vivo ejemplo de tu superación en todos los niveles.

Un beso, Juan Zapato.

carmen fabre dijo...

Gracias Juan.. siempre con palabras agradables.

Un abrazo y ven cuando quieras.

Emilio Porta dijo...

Brillante. Y magníficamente escrito. Como todo lo tuyo. Parece que llevaras años de profesión. Una escritora conocedora de todos los gajes del oficio. La verdad, Carmen, tú misma lo estás comprobando cada semana con tus relatos, que lo estás consiguiendo. Nada de aficionada. Bueno sí, aficionados somos todos los que nos gusta escribir. Pero sabes lo que quiero decir. Porque, además, hay personas con un don natural para esto. Es curioso, compañera, lo que llevabas dentro. Y con que facilidad y buen estilo lo transmites. Yo, al contrario que otros, bien lo sabes, me encanta sentir que alguien que valoro y quiero, sube. Y tú, en un año, has pasado a ser un valor literario seguro.
Cada vez mejor.

carmen fabre dijo...

Gracias, siempre es un placer leer tus comentarios, un abrazo¡

Yoyaluengo dijo...

Me encanta, Carmen, es muy bueno.
Me he sentido totalmente identificada con este relato.
Un beso grande, amiga querida.

Sergio_G dijo...

Precioso, atrayente, actual. En breve me voy un mes a Italia. Lunes,Martes,Miércoles,Jueves,Viernes, trabajo y formación de 9 a 20 h. De 20 a 21 h ducha y cena en el hotel. 21:30 h ordenador y a disfrutar de tus textos.
El Sábado y el Domingo lo dedicaré a mi mujer y a mi hijo.
Empecé con 14 años a disfrutar de unas clases de Ciencias que cada día me atraían más e incrementaban mis ansias de saber. Con 43 disfrutaré con tus escritos.
Con tu permiso, voy a presumir delante de mi hijo de éste Blog.

carmen fabre dijo...

Gracias Yoya, me alegra que te guste.

Besos¡¡

carmen fabre dijo...

Sergio, solo por comentarios como el tuyo, merece la pena haber elegido mi profesión.

Un beso grande, grande..

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