viernes, 6 de diciembre de 2013

TODO EL TIEMPO DEL MUNDO.


TODO EL TIEMPO DEL MUNDO.

Cuando  le ofrecieron la posibilidad de obtener un deseo, fuera el que fuese, Andrés supo que su elección no podía ser otra: “Tener todo el tiempo del mundo”.

 A los pocos días  recibió un paquete y en su interior: “Todo el tiempo del mundo”.

 Se sentó. Se levantó…

Estaba nervioso, preocupado por cómo aprovechar bien esta magnífica oportunidad que se le había presentado. Era una gran responsabilidad.

 Pasaron minutos, horas, días y años sin saber qué hacer.

Nada le convencía, todo le parecía insulso, carente de sentido.


Por fin encontró algo que pareció digno y fue a buscar su caja. No la encontró por ninguna parte y se dio cuenta, perplejo, de que “había perdido el tiempo”.

CARMEN FABRE.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Un micro muy inteligente, como suelen ser los tuyos, y con juego de palabras con dobles sentidos. Me ha encantado. Un besito.

carmen fabre dijo...

Muchas gracias, Aldonza.

Un abrazo¡

Ana Galán dijo...

Un relato que da que pensar. Muy buena idea. Procuremos no perder n un segundo por que no tenemos todo el tiempo. Un beso.

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