ECLIPSE.
Él salía durante el día y ella por la noche.
Nunca coincidieron.
Él iba con la mirada puesta en los demás, sonreía y hablaba.
Ella miraba siempre al suelo y no levantaba los ojos ni la voz.
Un día durante un eclipse, y por despiste, cambiaron de
hábitos.
Entonces se encontraron y después de cruzar sus miradas ya
nada fue igual.
CARMEN FABRE.
6 comentarios:
Un buen escritor siempre sabe sintetizar y sugerir. Ya sabes cómo me gusta esa literatura de frase corta que nos lleva más allá de su extensión y dice todo. Este micro, aparentemente sencillo, es de una gran originalidad y de una enorme profundidad y belleza. Esto sí que es buena literatura. Una literatura en la que el amor no es una retahila de cursis epítetos y repeticiones de besos y arrobamientos manidos, sino una espléndida secuencia. Bueno, ya sabes lo que pienso. Textos así reivindican para la literatura cualquier temática.
Muchas gracias, Emilio. Siempre tan atento y generoso.
Un abrazo.
Es un micro muy bonito. Los polos opuestos al final se atraen por la fuerza del destino.
Besos.
Gracias , Lana.
Un beso grande.
Cuando sea mayor quiero escribir así de bien. ¡Guapa!
Gracias, Enrique. Un beso grande¡¡
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