domingo, 9 de febrero de 2014

JUNTOS.


JUNTOS.

Quedamos para cumplir con lo pactado en el puente viejo, a la hora en que las sombras se adueñan de la luz, nuestra hora de contacto virtual diario.

 Cada uno de nosotros conocía sus razones para hacerlo y la decisión de que nos acompañaríamos hasta el último momento fue inmediata.

La reconocería por el echarpe de flecos rojos con el que aparece en casi todas sus fotos y ella a mí por el borsalino negro.

Nos besamos, antes con los ojos que con la boca, y cogimos de la mano.

—¿Preparada? ¿Alguna duda?

—Ninguna.


Y juntos saltamos hacia el río.

CARMEN FABRE.

5 comentarios:

Mila Aumente dijo...

¡Qué bueno, Carmen! Me encanta. Un besito.

Mari Carmen Azkona dijo...

Y yo que me esperaba otro final… No sé cómo lo consigues, Carmen, pero siempre me sorprendes. Buen e impactante relato, de los que no dejan indiferente a nadie.

Besos y abrazos.

carmen fabre dijo...

Gracias Mila, un beso grande.

carmen fabre dijo...

Me alegro de que te sorprendiera, esa era la intención, Mari Carmen.

Un abrazo y muchas gracias.

María S. dijo...

Qué historia tan densa en tan pocas palabras! Magnífico, Carmen.
Besos!!

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