BRISA
Guardé tu nota de despedida en un poemario. Lo abracé y
lloré durante un tiempo. Puse el libro en un estante. Me cambié
de casa, coloqué los libros en la biblioteca.
Pasaron los años. Una
tarde de verano fui a la playa y cogí un
libro al azar. Lo dejé sobre la toalla.
La brisa hizo de las hojas un abanico y tu nota voló.
La brisa hizo de las hojas un abanico y tu nota voló.
Antes lo
había hecho yo.
CARMEN FABRE.
6 comentarios:
Volaste en las alas de ese tiempo tan tuyo con el que te afirmas en el presente, ese tiempo que deshilacha el pasado
Volaste en las alas de ese tiempo tan tuyo con el que te afirmas el presente, ese tiempo que deshilacha el pasado
¿Que dura más, lo escrito o la memoria? En este maravilloso relato parece que ambas cosas se desvanecen a la vez. Me ha encantado. Brisa literaria que nos lleva a lo más profundo de las sensaciones y que nos hace pensar en lo efímero de lo aparentemente permanente. Un micro que es pura reflexión, como tantos tuyos. Con qué pocas palabras de puede trasladar el pensamiento. Basta con qué están bien colocadas y elegidas.
Manuel muchas gracias, un abrazo¡
Emilio, siempre presente.
Gracias y un beso.
Cuánto se puede decir con pocas palabras!
Bello. Mucho.
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