Era un micro perfecto. Ciento
veinte palabras, ni una más. Se compartió en todas las redes sociales, era el
nuevo paradigma del microrrelato, me comparaban con Monterroso…
Salí en Telecinco y el guionista
de “El príncipe” veía en él una posible miniserie.
Pero ocurrió algo. Un lector se
dio cuenta de que había escrito “sino” en vez de “si no” y sobraba una palabra.
Intenté arreglarlo pero cualquier palabra que suprimía desbarataba la increíble
trama creada por mí. Al final quité un adjetivo,que siempre lo ponen todo perdido, pero ya no era igual. La
historia cojeaba, no servía.
Estoy desesperada. .El guionista
no atiende mis llamadas, mis amigos lo han eliminado de sus publicaciones y ya no soy modelo más que de no saber
escribir.
C.FABRE.
10 comentarios:
Todo un ejercicio de metaliteratura en menos de ciento veinte palabras. Sin duda uno de mis favoritos de la edición.
Un beso.
Es que dependemos tanto de las palabras... Muy bueno, Carmen. Besos.
Gracias, Pedro. Un besazo
Otro beso para ti, Ana y gracias¡
Simpático, más profundo de lo que parece y original. En resumen: muy bueno, que tampoco hace falta abusar de las palabras, jeje
Un abrazo.
Con gran sentido del humor vemos como el/la protagonista intenta suprimir una sola palabra que tira al traste toda una obra de arte.
A veces una sola palabra qué importancia cobra en nuestras vidas? en nuestras historias verdad? Escribir microrrelatos para mí es difícil, lo intento pero el suprimir para acortar un texto me cuesta. Vamos aprendiendo con el tiempo, poco a poco, van saliendo.
un abrazo
Es, sin duda, el sino de muchos escritores que, por un pequeño fallo, no entran en el canon. Si no fuera por estos peros cambiaría la fuerza del sino :-) Original planteamiento y, como siempre, un punto más allá de lo corriente.
Muchas gracias, Rosa. Un beso grande.
Un abrazo, Emilio y gracias¡
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